miércoles, 21 de marzo de 2012

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA



     Hoy se celebra el Día Mundial de la Poesía, una fecha en la que se rinde homenaje a la palabra poética coincidiendo con el equinoccio de primavera. La decisión de dedicar este día a la poesía fue adoptada durante la 30º reunión de la Unesco celebrada en París en 1999.

     De acuerdo con la decisión de la Unesco, el principal objetivo de esta acción es sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética, apoyar la poesía, recuperar la tradición oral de los recitales poéticos y  restablecer el diálogo entre la poesía y las demás manifestaciones artísticas (teatro, danza, pintura...) Este evento fortalece la cultura en nuestro planeta y se realizan en las principales capitales del mundo lecturas multitudinarias de poemas.


   Mi pequeña aportación son los poemas que tenéis a continuación, dos obras maestras de dos grandes poetas: Vicente Huidobro y Gabriel Celaya. Si queréis compartir algún poema o cita relacionada con la poesía, no lo dudéis y escribid un comentario. Y en este día de temperaturas invernales, nos quedará la calidez de la palabra poética:
ARTE POÉTICA
Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea
y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga, 
como recuerdo en los museos;
Más no por eso tenemos fuerza;
El vigor verdadero 
reside en la cabeza.

¡Por qué cantáis la rosa, oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosostros
viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta es un pequeño Dios.

                                                                                               Vicente Huidobro


LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO


Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,

mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,

fieramente existiendo, ciegamente afirmado,

como un pulso que golpea las tinieblas


cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
                                  
                   Gabriel Celaya


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